La explotación avícola es uno de los sectores más exigentes si comparamos el rendimiento productivo real con el comportamiento teórico marcado por las líneas genéticas de las diferentes clases de aves; los tiempos, los porcentajes productivos, se mueven en margenes muy estrechos.

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Ser capaces de generar contrastes de mejora es complicado salvo que se produzcan problemas sanitarios puntuales, normalmente de carácter digestivo, por el alto nivel energético que se aporta a los animales en las formulaciones alimenticias con el objetivo de conseguir los mejores resultados productivos.

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Por esa razón, es fundamental, que las aves en su primer estadio de vida, estén bien desarrollados digestivamente, para que en el futuro estén mejor preparados, sean más fuertes, estén más sanos, para ser “potencialmente” más productivos y se defiendan mejor de las enfermedades.

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La aplicación de PROBISAN POULTRY es básico en ese momento, en el desarrollo del animal, ya que la calidad de ese crecimiento marcará desde un principio su capacidad productiva futura.